sábado, 28 de febrero de 2009

EL SILENCIO



Español

El otro día en el autobús me senté detrás de unas mujeres de mediana edad que estaban conversando. Una de ellas comentó que siempre que estaba sóla en casa encendía la televisión aunque no estuviera viéndola, porque no soportaba el silencio. En cuanto dijo esto me quedé pensando en la palabra “silencio”, y mis sentidos se agudizaron, o más bien, fui consciente de todo el ruido que había a mi alrededor. Por un lado, un niño pequeño que estaba sentado al lado de su madre, tendría unos cinco años, estaba llorando desconsoladamente. Por otro lado, un hombre de mediana edad estaba hablando a gritos por el móvil. Pero el ruido que más me estaba molestando era el de los adolescentes que estaban sentados al final del autobús, gritando y golpeando las ventanas del vehículo.

Entonces volví en mi misma y seguí escuchando la conversación de las dos mujeres. Seguían estando de acuerdo en que es mejor tener ruido de fondo para estar en casa más tranquilas. Según ellas, tener la televisión de fondo les ayudaba a sentirse acompañadas. Yo en ese momento cerré los ojos y pensé en el ruido de las hojas de los árboles cuando hace viento, y también en el de las olas cuando uno está tumbado en la playa con el sol calentando. Supongo que cada persona es diferente, pero si me dan a elegir me quedo con el “ruido” de la naturaleza.

La verdad es que en occidente estamos acostumbrados a que el silencio nos incomode. Cuántas veces hemos hablado de tonterías en una conversación sólo por no quedarnos en silencio. Sólo hay que recordar las palabras de Uma Thurman en la película “Pulp Fiction” cuando Mia y Vincent están cenando. Qué grande es Tarantino:

"¿No los odias? Esos silencios incómodos... ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos? Es por eso cuando sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio".

domingo, 15 de febrero de 2009

VICKY CRISTINA BARCELONA




Después de varias semanas intentando encontrar un hueco, por fín he ido a ver la película Vicky Cristina Barcelona. Siendo Woody Allen uno de mis directores de cine favoritos no podía perdérmela. Y menos aún después de que Penélope Cruz ganara el Oscar a la mejor actriz secundaria. Además la acción se desarrolla en España, más en concreto en Barcelona, y quería verla para ver si podía servir como material de ELE y recomendársela a los alumnos.

En general me ha gustado, sobre todo el trasfondo sobre las relaciones en pareja, tan bien analizado por Woody como de costumbre. La insatisfacción crónica es uno de los defectos mas comunes en el ser humano, y Allen ha sido capaz de reflejarlo perfectamente en esta película. El humor también juega un papel importante, pero hay varios aspectos que no me han gustado.

Este largometraje tiene muchos estereotipos: el típico macho español, la típica mujer española pasional y sexual o la música flamenca. El hecho de que la acción tenga lugar entre Barcelona y Oviedo y la música de fondo fuera flamenca me impactó bastante. Barcelona es una ciudad grande y cosmopolita, con lo que la música flamenca de fondo no me parece de lo más apropiado. Por otro lado, pienso que lo último que hace la gente que va de vacaciones a Asturias es ir a un concierto de guitarra española, sobre todo porque lo que predomina en esta tierra es la música celta.

La verdad es que lo de los estereotipos es algo que nunca me ha gustado. Puede ser que haya personas que personifiquen ciertas características nacionales, pero pienso que no se puede generalizar y que está bien no mostrar siempre los estereotipos. España es un país muy grande con regiones muy diferentes unas de otras y con mucha variedad cultural. No todos los hombres españoles saben tocar la guitarra ni todas las mujeres sabemos bailar flamenco.

Por otro lado, lo de que haya un narrador contando la historia de las dos americanas que se van de vacaciones a España me hizo salirme de la película en muchos momentos, ya que, aunque puede resultar un elemento innovador, al más puro estilo teatral, creo que la película habría ganado mucho sin él.

Lo que sí que supo Allen reflejar a la perfección fue la importancia de la comida en la sociedad española. Los personajes se pasan la mayor parte de la película comiendo en restaurantes o al aire libre o bebiendo. Esto es cierto, ya que la comida es en este país una de las mejores excusas para socializar.