sábado, 28 de febrero de 2009
EL SILENCIO
Español
El otro día en el autobús me senté detrás de unas mujeres de mediana edad que estaban conversando. Una de ellas comentó que siempre que estaba sóla en casa encendía la televisión aunque no estuviera viéndola, porque no soportaba el silencio. En cuanto dijo esto me quedé pensando en la palabra “silencio”, y mis sentidos se agudizaron, o más bien, fui consciente de todo el ruido que había a mi alrededor. Por un lado, un niño pequeño que estaba sentado al lado de su madre, tendría unos cinco años, estaba llorando desconsoladamente. Por otro lado, un hombre de mediana edad estaba hablando a gritos por el móvil. Pero el ruido que más me estaba molestando era el de los adolescentes que estaban sentados al final del autobús, gritando y golpeando las ventanas del vehículo.
Entonces volví en mi misma y seguí escuchando la conversación de las dos mujeres. Seguían estando de acuerdo en que es mejor tener ruido de fondo para estar en casa más tranquilas. Según ellas, tener la televisión de fondo les ayudaba a sentirse acompañadas. Yo en ese momento cerré los ojos y pensé en el ruido de las hojas de los árboles cuando hace viento, y también en el de las olas cuando uno está tumbado en la playa con el sol calentando. Supongo que cada persona es diferente, pero si me dan a elegir me quedo con el “ruido” de la naturaleza.
La verdad es que en occidente estamos acostumbrados a que el silencio nos incomode. Cuántas veces hemos hablado de tonterías en una conversación sólo por no quedarnos en silencio. Sólo hay que recordar las palabras de Uma Thurman en la película “Pulp Fiction” cuando Mia y Vincent están cenando. Qué grande es Tarantino:
"¿No los odias? Esos silencios incómodos... ¿Por qué necesitamos decir algo para rellenarlos? Es por eso cuando sabes que has encontrado a alguien especial. Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio".
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