lunes, 30 de noviembre de 2009

EL ESPIRITU COMPETITIVO




Como profesor puede ser algo frustrante que los alumnos muestren desgana o no participen en las actividades de clase. Por eso es importante pensar en trucos o en pequeños detalles que aunque a primera vista puedan parecer inútiles pueden cambiar por completo la dinámica de la clase. Uno de ellos, y muy efectivo, es tan simple como decir: "a ver quién termina antes esta actividad ", o : "veamos cual es la pareja que da con la solución y por tanto es la ganadora". He comprobado cómo en las clases el mero hecho de decir esta frase mágica acelera muchísimo el ritmo de la actividad. Los alumnos se esfuerzan y concentran más y por lo tanto terminan antes. ¡Es perfecto!

Es curioso cómo a muchos seres humanos les mueven esas ansias competitivas de superar a los demás. Uno de los ejemplos más claros es el mundo de los deportes: el fútbol, los atletas, los nadadores...Todos ellos se levantan cada mañana con un objetivo: entrenar muchas horas para ser mejores que los demás y sentirse mejor con ellos mismos. Y gracias a este espíritu competitivo llegamos a conseguir geniales inventos y descubrimientos, así como a conseguir los asombrosos récords guinnes...y es que el ser humano es impredecible y maravilloso.

1 comentario:

ysa dijo...

Hombre, está bien querer superarse, destacar... pero aún así, para mí la competitividad no es una de las mejores características del hombre. Yo la veo como algo aparenta ser bueno, pero que si te fijas, deja entrever unos cuernecillos malvados...